Lúcia de Carvalho es una
alquimista, una buscadora de sentido, una encendedora de
esencias. Su voz transmite vibraciones que curan y
transforman; su tambor transmite la voz de los ancestros,
invitándonos a reconectar con nuestro yo más profundo.
Nacida en Luanda, abandonó la capital angoleña para ir a
Portugal con su madre y dos de sus cuatro hermanas, y a los
12 años fue acogida por una familia francesa en
Meistratzheim, un pequeño pueblo de la región de Alsacia.
Sus raíces africanas resurgieron de forma inesperada cuando
un grupo brasileño tocó en su pueblo: fue con esa banda, Som
Brasil, con la que durante 10 años dio sus primeros pasos
musicales, pasando de corista a cantante principal, y pasando
de bailar a tocar la batería. En 2008, decidió emprender una carrera en solitario y escribir sus propias
canciones. Tras publicar su primer EP en 2011, conoció a Edouard Heilbronn, un joven bajista de Alsacia
que acababa de pasar tres años vagando por lugares lejanos del planeta. Lo que tenía que suceder,
sucedió, y comenzaron a compartir su vida y su música, trabajando juntos en sus composiciones,
tocando en todos los lugares que podían, regalando al público la deslumbrante energía solar de Lúcia.
Tras un largo viaje musical e iniciático que les llevó a Brasil y Angola, nació Kuzola ("Amor" en la lengua
kimbundu de Angola): un álbum (2016) y un conmovedor documental que recorre la búsqueda de Lúcia
de sus raíces y que offerde algunas respuestas a sus preguntas sobre su propia identidad. Si Kuzola fue
una búsqueda de sentido, esta vez la búsqueda es de la esencia. Esto le ha permitido, siempre en
colaboración con Edouard Heilbronn, adentrarse en nuevos territorios en este tercer álbum, grabado
y mezclado por Jean Lamoot (Mano Negra, Noir Désir, Alain Bashung, Dominique A, Souad Massi) en
el Studio Ferber de París. Por supuesto, África y Brasil siguen presentes en Pwanga, formando el
corazón de Lúcia, ya que vive y escribe al ritmo del tambor, encontrando palabras, melodías y ritmos
en el mismo impulso; un diamante en bruto que su cómplice pule, enriqueciendo las armonías y el
imaginario sonoro y convirtiendo las canciones del álbum en películas de viaje. Otras participaciones
destacadas en este luminoso repertorio son el ilustre cantante brasileño Chico César, la poderosa y
cálida voz de la cantante Anna Tréa, y dos veteranos de la música angoleña: el percusionista Galiano
Neto y el productor-guitarrista Betinho Feijo, conocidos por su largo trabajo junto al gran Bonga
Kwenda. Mientras que el virtuoso Zé Luis Nascimento (Mayra Andrade, Ayo, Cesaria Evora) supo
potenciar la esencia de cada título con su original y variado vocabulario entre percusiones brasileñas,
orientales y occidentales. Pwanga ('Luz') es el título del nuevo álbum de Lúcia de Carvalho. Alía la
dulzura a la potencia, el sentido a la esencia, la luz a las profundas raíces de un árbol nacido en África,
cuyas ramas abrazan el mundo, cuyos "rayos" aparecen como canciones. Su propio nombre proclama
su vocación y lo ha hecho desde el principio. Lúcia, 'luz', de Carvalho, 'el roble' en portugués: la fuerza
del árbol. Una revelación que resume acertadamente su búsqueda poética y humana: "enraizar la luz".